(Bogotá, Colombia – 26 de septiembre de 2023) Desde ayer, 24 de septiembre, y a través de su cuenta de X (Twitter), el expresidente Álvaro Uribe Vélez ha acusado de manera reiterativa a Rodrigo Uprimny (*), luego de que el columnista publicara su columna de opinión “Los falsos positivos, la JEP y Uribe” en El Espectador. Los señalamientos de Uribe Vélez son estigmatizantes y constituyen una agresión directa para el Uprimny y para las voces críticas que surgen desde la prensa.
En su columna, Uprinmy habla de la audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre las ejecuciones extrajudiciales en Casanare y la responsabilidad “moral y política” del expresidente. El mismo día, y en calidad de apoderado de Uribe Vélez, el abogado Jaime Granados publicó un comunicado en el que calificó a Uprimny como “columnista contratista”, infiriendo que sus posturas tienen alguna relación o influencia económica. Además, el expresidente Uribe replicó el comunicado y se refirió al columnista como el “abogado de Santos, la Farc y contratista de la Comisión de la Verdad”. Un día después, cita el mismo trino y señala a Uprimny de que “podría ser uno de los responsables morales y políticos del terrorismo por sus posturas”.
Ante el comunicado de Granados y los mensajes de Uribe, el columnista les ha respondido de manera directa y ha insistido en que sus ataques no incluyen argumentos ni pruebas de las acusaciones, sino que se enfocan en cuestionar su reputación e integridad. Además, pese a que el Uprimny le ha solicitado que debe presentar una solicitud de rectificación, bajo los términos de la ley, el expresidente continúa con su actitud hostil y escribe más mensajes estigmatizantes a través de sus redes sociales.
Estos ataques por parte del expresidente contra la prensa han sido reiterativos, pues en los últimos años también hemos documentado las acusaciones contra Daniel Coronell (2023) y el acoso judicial a Yohir Akerman (2022). Esta sistematicidad deja en evidencia que Uribe Vélez recurre a este tipo de señalamientos intimidantes como retaliación a las y los periodistas que critican, revelan o denuncian sus acciones.
Sobre esto, las Relatorías para la Libertad de Expresión han hecho énfasis en que “los líderes políticos y las personas que ejercen la función pública no deben hacer declaraciones que puedan promover la intolerancia, la discriminación o la desinformación y, en cambio, deben aprovechar sus posiciones de liderazgo para contrarrestar estos daños sociales y promover el entendimiento intercultural y el respeto a la diversidad.”
Una vez más, le hacemos un llamado al expresidente Uribe Vélez a que se abstenga de enviar mensajes estigmatizantes hacia la prensa ni haga acusaciones infundadas hacia las y los periodistas, en especial a quienes hacen denuncias o seguimiento a sus acciones cuando era funcionario público. Es necesario que las figuras públicas entiendan que sus mensajes y comentarios tienen un mayor impacto en la ciudadanía, especialmente si son sistemáticos y utilizan canales de difusión masivo como lo son las redes sociales.
Así mismo, debe recordar que puede expresar sus quejas o inconformidades con la prensa de una manera que no afecte su labor, a través de la solicitud de rectificación, siempre y cuando lo haga bajo los términos que estipula la ley. El expresidente no debe incurrir en categorizaciones riesgosas ni estigmatizantes para la prensa, sino que debe alimentar el debate público y promover un discurso que favorezca la libertad de prensa y de expresión.
(*) Rodrigo Uprimny es miembro de la Asamblea de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP.