La Habana, 8 de febrero de 2021 (ICLEP) – Directivos del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) fueron arrestados arbitrariamente, interrogados, amenazados de cárcel, agredidos de forma verbal y sufrieron cortes de sus comunicaciones durante el fin de semana víctimas de un operativo nacional de la Policía Política para reprimirlos.
El director ejecutivo del ICLEP, Alberto Corzo, fue arrestado por poco más de 24 horas el pasado viernes 5 en un operativo encabezado por el mayor de la Policía Política y segundo jefe de enfrentamiento de la Seguridad del Estado en la provincia de Matanzas Orlando Figueroa quien lo condujo a la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) 001 del municipio Colón.
“Me arrestaron a eso de la 1:00 pm del viernes y me llevaron para la unidad de la PNR de Colón y no registraron mi ingreso en la misma. Fui llevado a un calabozo y me interrogaron por primera vez el mismo viernes a eso de las 6:30 pm y el sábado alrededor de la 1:00 pm, me volvieron a interrogar. En esa ocasión me interrogó el jefe de enfrentamiento de la provincia de Matanzas, teniente coronel Richard David, otro oficial que se hizo llamar Fernando y otro que no se identificó.” Declaró al ICLEP el periodista después de que fuera puesto en libertad el sábado en horas de la tarde.
Según Corzo la Policía Política está muy preocupada por la cobertura que desde las páginas de los medios de comunicación del ICLEP se le está dando a las actividades organizadas por la sociedad civil cubana principalmente los sucesos que han ocurrido frente al Ministerio de Cultura y los protagonizados por el Movimiento San Isidro.
“Insistían en conocer detalles de nuestra política editorial, las vías y la forma en que recibimos los recursos para poder trabajar y se enfocaron en conocer las estrategias de trabajo en tres medios fundamentales, Amanecer Habanero, El Espirituano y Páginas Villareñas”, argumentó Corzo.
“Tú tienes un pie adentro y uno afuera de la prisión. Tienes un expediente abierto”, fueron amenazas del teniente coronel Richard David contra el director ejecutivo de instituto.
Antes de que el periodista fuera liberado le tomaron fotos de frente y de perfil y también cogieron muestras de su cabello y olor.
“Puedes irte y espera ser notificado”, le dijo el oficial identificado como Fernando a Corzo sin especificar qué tipo de notificación recibirá. El teléfono del periodista no le fue devuelto cuando fue puesto en libertad.
También el viernes 5 fue detenido arbitrariamente el director del medio de comunicación comunitario del ICLEP Amanecer Habanero, Juan Manuel Moreno Borrego, quien fue amenazado de prisión por publicar una serie de entrevistas de integrantes del Movimiento San Isidro en las páginas del medio informativo que dirige.
“Lo más que le preocupa a la Policía Política es la cobertura que desde las páginas de Amanecer Habanero le estamos dando a la labor cívica de los miembros del Movimiento San Isidro y las críticas que he hecho a los personeros de régimen en las redes sociales”, dijo al ICLEP Juan Manuel.
Contó el periodista que el oficial Fidel le aseguró que destruiría al ICLEP, aunque sea lo último que haga en su vida.
“Aunque sea lo último que haga en vida yo voy a cerrar tu periodiquito y después voy a destruir al ICLEP en el resto del país. De un plumazo yo desaparezco el periodiquito tuyo y a ti nadie te va a encontrar”, aseguró Fidel al periodista.
Por otro lado, en lo que evidentemente era un operativo nacional contra directivos del instituto fue arrestado, también, arbitrariamente el sábado 6 en Sancti Spíritus el director de capacitación del ICLEP Pedro Luis Hernández y conducido a la Unidad Provincial de instrucción Penal conocida como el Vivac y sometido a un interrogatorio de varias horas, con reiteradas amenazas físicas y agresiones verbales.
“Una persona vestida de civil me tomó bruscamente por un brazo y me empujó dentro de un auto, conduciéndome a la Unidad de instrucción policial de Sancti Spíritus, donde me llevaron a una habitación en la cual estaba un sujeto que se identificó como teniente coronel Jorge”, contó Hernández al ICLEP.
“Los interrogatorios fueron con mucha violencia verbal y amenazas de agresiones físicas inminentes por parte del teniente coronel quien daba puñetazos en la mesa frente a mí y gesticulaba como si fuera a agredirme. Me ofendían diciéndome con mucho odio e ira que somos unos comemierda, asalariados del imperio, papagayos pagados y que me van a poner muchos años preso”, argumentó el periodista.
Según el director de capacitación del ICLEP los oficiales estaban interesado en conocer cualquier vínculo del instituto con los sucesos ocurridos el pasado 27 de enero frente al Ministerio de Cultura en la Habana y sobre la política editorial con respecto a la cobertura que se está dando en las páginas de los medios de comunicación a la “tarea de ordenamiento salarial” iniciada el 1 de enero por el régimen de la isla.
El periodista fue puesto en libertad pasada las 10:00 pm del mismo día no sin antes asegurarle que “los días del ICLEP estaban contados”.
Mientras los tres directivos mencionados anteriormente estaban arrestado el medio de comunicación Páginas Villareñas se encontraba bajo asedio de fuerzas policiales y los teléfonos fijo y celulares estaban bloqueados con toda intención de dificultar la comunicación con sus directivos.
Asimismo, fueron bloqueados de forma intermitente los teléfonos de los directores de los medios de comunicación comunitarios del ICLEP Cocodrilo Callejero, Cimarrón de Mayabeque, El Majadero de Artemisa, Panorama Pinareño y El Espirituano.
El operativo nacional del régimen cubano contra los directivos del ICLEP se produce en momentos donde el clima político en la isla está marcado por un creciente aumento del descontento popular y de las actividades de las organizaciones opositoras al régimen y un incremento del discurso de odio de los que mandan en Cuba a través de la emisión estelar del Noticiero de Televisión contra periodistas independientes que cubren las actividades de la sociedad civil cubana.
Todos los periodistas del instituto que fueron arrestados arbitrariamente e interrogados coinciden que el régimen tiene mucho miedo a la actividad periodística y que alguna represión grande está preparando no solo contra el ICLEP, sino también contra toda la sociedad civil cubana.