Honduras, 22 de junio, 2019 (Comité por la Libre Expresión).- Varios periodistas de prensa internacional, local y un estudiante de periodismo fueron agredidos este sábado en la denominada “Marcha de la Paz” convocada por el oficialista Partido Nacional y simpatizantes del actual gobierno, en el bulevar Suyapa de la capital de Honduras
En declaraciones a C-Libre el estudiante de periodismo Jefferson Martínez, explicó que “lo ocurrido hoy sábado a eso de las 10:30 de la mañana, cuando se encontraba grabando en directo frente al Polideportivo a inmediaciones del bulevar Suyapa, para la página (Somos periodismo HN) “al momento en que iniciaron los disturbios de supuestos infiltrados que habían tirado una bomba lacrimógena”.
“En el video se logra captar la persona que hace esta acción y este mismo al ver que estábamos enfocándolo trató de escabullirse, luego cuando vuelve a salir en cámaras trata de señalarnos como si nosotros fuimos, porque lo habíamos captado llevando a cabo la acción se nos tiró encima, diciéndonos que éramos nosotros quienes habíamos lanzado la bomba entonces, seguidamente se vinieron alrededor de 15 personas que andaban en la “Marcha de la Paz”.
“Hoy nos tocó vivir esta represión, porque no se respeta la libre expresión, pues esta acción, los golpes que recibimos pues fue parte de lo que nos tocaba hacer, pero seguiremos con ética y realizando nuestro trabajo”, subrayó.
De acuerdo con diario El Heraldo “Los simpatizantes del Partido Nacional respondieron al llamado de sus líderes, quienes los recibieron al final del camino sobre una volqueta, donde también estaba el presidente Juan Orlando Hernández”.
El mismo medio de comunicación señaló que “un joven de 22 años de edad fue detenido este sábado por suponerlo responsable de lanzar una bomba lacrimógena. El sospechoso fue aprehendido después de una llamada de alerta que recibieron agentes policiales en la Unidad Metropolitana Número 4”.
De acuerdo con información proporcionada por el Comisario, Carlos Olivera, de la posta de la colonia Kennedy, “ellos lo capturaron porque una persona que estaba en la marcha lo acusó de lanzar una bomba lacrimógena, por lo que fue remitida a la fiscalía de turno, pero la fiscalía lo puso en libertad”.
En la movilización, que reunió a unas 4,000 personas, según la agencia AFP, una persona que llamó a las autoridades narró que resultó con quemaduras en la piel y síntomas de asfixia debido al artefacto. Las autoridades de la Policía Nacional informaron sobre la detención a través de su perfil verificado en Twitter.
Solo esta semana me han agredido dos veces en las movilizaciones ocurridas en la capital, en esta movilización convocada por “La Paz” me jalaron de mi credencial y me hicieron un rayón en el cuello, otro me agarró a golpes, sino fuera por otros periodistas de Casa Presidencial que me logran sacar de ahí, hubiera sido peor, narró el fotoperiodista Jorge Cabrera de la agencia de noticias internacional, Reuters.
De acuerdo con el comunicador, además de él resultaron con agresiones, Jorge Bonilla del canal Hable Como Habla y a Litzi Paz, entre otras personas que se acercaron a cubrir el hecho.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha manifestado su alarma ante la represión masiva de las protestas sociales, así como por las preocupantes cifras de detenciones arbitrarias registradas en el marco de las protestas sociales que han tenido lugar la última semana. En este sentido, la CIDH urge a las instituciones del Estado a cesar la represión, a garantizar los derechos de las personas privadas de la libertad, y especialmente, a poner en libertad inmediatamente a toda persona detenida de manera arbitraria.
El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó en 2014 una resolución sobre la promoción y la protección de los derechos humanos en el contexto de las manifestaciones pacíficas, en ella “reconoce el rol primordial que juegan las instituciones nacionales de defensa de los derechos humanos, la sociedad civil, en especial las organizaciones no gubernamentales, los periodistas y otros profesionales de los medios de comunicación, los internautas y los defensores de los derechos humanos, así como otras partes que recaban información sobre las violaciones a los derechos humanos o los ataques a esos derechos, cometidos durante manifestaciones pacíficas”.