Brasil, 12 de enero de 2021 (Abraji). – La organización no gubernamental y medio de comunicación digital Repórter Brasil ha sido blanco de una serie de ataques que han llevado al sitio fuera de línea varias veces en menos de una semana. Desde el 6 de enero de 2021, los invasores han estado tratando de colapsar el portal como una forma de presión para forzar la eliminación de los reportajes en el portal que se especializa en temas ambientales y de derechos humanos, como los reportajes de trabajo análogo al de la esclavitud.
Para sacar el sitio del aire durante unas horas en al menos dos días (6 y 11 de enero de 2021), los agresores utilizaron una táctica llamada DDoS (denegación de servicio distribuida, en traducción libre), en la que un hacker ordena a un ejército de bots que soliciten acceso a un determinado sitio. Incapaz de hacer frente a la demanda, los recursos del servidor colapsan.
Después de la primera interrupción del servidor, la organización recibió un correo electrónico anónimo: «Como habrán notado, tuvieron algunos problemas técnicos en la última fecha. Para que esto no vuelva a suceder, retire los contenidos de las carpetas de 2003, 2004, 2005».
Repórter Brasil no cedió al chantaje y los ataques extrapolaron el ambiente digital. El último jueves por la mañana (7 de enero de 2021), la sede de la organización sufrió un intento de invasión física. El allanamiento de la puerta fue impedido por la llegada de los vecinos y la estructura necesitó reparaciones. Como precaución, se reforzó la seguridad.
Abraji exige que las autoridades investiguen rápidamente los ataques e identifiquen a los culpables. Los episodios no son sólo una amenaza concreta para la prensa libre. Representan un ataque a la sociedad, que tiene derecho de ser informada a través de vehículos independientes y plurales, como Repórter Brasil, que en 20 años se ha consolidado como una de las iniciativas más importantes del periodismo de investigación.
Abraji no acepta ultimátums y coacciones ilegales impuestas a periodistas y vehículos. Los actos delictivos de este tipo se enfrentan al derecho fundamental de la libertad de expresión, garantizado por el artículo 5, inciso IX de la Constitución Federal.