Brasil, 09 de noviembre, 2020 (Abraji). – Este viernes (06.Nov.2020), la periodista Schirlei Alves contó decenas de ataques a sus redes sociales, después de revelar el caso de Mariana Ferrer, humillada durante una audiencia por violación.
Schirlei Alves, que trabaja como freelance para Intercept Brasil, viene cubriendo el caso desde 2019 y el 03.Nov.2020 escribió el reportaje que escandalizó al país. La reportera mostró el comportamiento del abogado defensor del empresario acusado del crimen, durante una audiencia. También causó indignación por el comportamiento del juez y el ministerio público de Santa Catarina, que pidieron la absolución del acusado.
Además de ser acusada de manipulación de la noticia, la periodista recibió mensajes con palabras despectivas y machistas. La cuenta de Instagram de la reportera, utilizada para difundir informes de violencia contra la mujer, tuvo que ser cerrada después de recibir varios comentarios y maldiciones misóginas. También se está llevando a cabo una campaña para descalificar el trabajo de la periodista.
Después de las críticas, Intercept admitió que la expresión «violación culposa» fue utilizada por el sitio para resumir el caso y explicarlo al público lego, como un «truco habitual del periodismo», pero en ningún momento Intercept declaró que la expresión se citara en el proceso.
Abraji repudia la intensificación de las voces de odio contra la periodista. No estar de acuerdo con la presentación de un reportaje, impugnar el proceso de verificación de un medio, o señalar errores son parte del juego democrático. Descalificar a una periodista con insultos y discursos de odio por hacer su trabajo de informar a la sociedad sobre un asunto de interés público, por el contrario, es un comportamiento antidemocrático.