Venezuela, 04 de mayo de 2020 (IPYS Venezuela) -. Katiusca González y Wilmer Barrero, ambos parte del equipo reporteril del medio la Nueva Prensa de Guayana fueron hostigados, intimidados y sus equipos atacados cuando se encontraban realizando una cobertura informativa en la estación de servicio Paseo Caroní, en Puerto Ordaz, estado Bolívar, el lunes 4 de mayo.
1/2 #AvanceIPYSve | Equipo reporteril de @SoyNuevaPrensa de #Guayana fue hostigado por funcionarios de la Dgcim, cuando intentaban hacer cobertura de irregularidades en una E/S de #PuertoOrdaz. #Bolívar #4May
— IPYS Venezuela (@ipysvenezuela) May 4, 2020
La periodista se encontraba realizando una fotografía de la estación de servicio cuando efectivos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), la interceptaron y una funcionaria le arrebató el teléfono celular para luego borrar el material fotográfico que había registrado hasta ese momento.
Tanto González como su reportero gráfico, Wilmer Barrero, se encontraban documentando denuncias sobre el cobro en divisas para acceder al surtido de combustible en la región del oriente del país.
El editor del medio, Bladimir Martínez, rechazó a través de sus redes sociales, lo sucedido y señaló que “ahora, trabajar para cualquier medio de comunicación, es una tarea titánica. Hacer periodismo, es una labor de valientes, tienes que ser más sagaz que policías de la Dgcim, Faes, Cicpc y GNB”, además de destacar el cerco que viven los trabajadores de la prensa al realizar denuncias de interés público.
#4Mayo, #sucesos #guayana #libertad #gobierno Ahora, trabajar para cualquier medio de comunicación, es una tarea titánica. Hacer periodismo, es una labor de valientes, tienes que ser más sagas que policías de la Dgcim, Faes, Cicpc y GNB.
— bladimir martinez (@nigerbladimir) May 4, 2020
IPYS Venezuela rechaza el ataque contra la Nueva Prensa de Guayana, y ve con preocupación el aumento de los ataques a la prensa en medio del estado excepción que contempla la no prohibición al acceso a la información pública y al derecho a la denuncia, y mucho menos justifica las agresiones hacia los trabajadores de la prensa.