Sucre y La Paz, 12 mar (ANP) – La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP) que representa a los principales medios escritos rechazó las expresiones del ministro de Minería, César Navarro, que acusó a los medios de comunicación de promover “racismo mediático y político” contra un dirigente de los cultivadores de hojas de coca y seguidor del presidente Evo Morales.
“…A Leonardo Loza prácticamente los medios de comunicación lo han condenado, eso significa una forma de racismo mediático y político”, afirmó Navarro en declaraciones a Radio Aclo de la ciudad de Sucre.
La semana pasada, las redes sociales y los medios informativos informaron que Loza ofreció mujeres para prolongar la estancia del Ministro durante su visita a la región de Chimoré, en el departamento de Cochabamba.
La ANP lamentó que el trabajo periodístico sea considerado como un acto racista, y recordó que este argumento sirvió para iniciar juicios contra medios de información en el año 2012. La Agencia de Noticias Fides (ANF), el matutino El Diario y Página Siete que continúan procesados por el delito de difusión e incitación al racismo o a la discriminación, contenido en el artículo 281 de la Ley 045 de octubre de 2012.
“Cuando tenemos un alcalde de Santa Cruz (Percy Fernández) que tiene opiniones y acciones que denigran a la mujer, no hay un solo titular de un medio de comunicación que lo condene. Pero a Leonardo Loza prácticamente todos los medios de comunicación lo han condenado, eso significa una forma de racismo mediático y político”, sostuvo el ministro Navarro según el reporte de ANF.
La ANP recordó que las agresiones verbales del alcalde Fernández a periodistas y medios fueron denunciadas en varias circunstancias, y la queja incluyó un pedido público al Concejo Municipal de la ciudad de Santa Cruz para el proceso del munícipe, un reclamo que hasta ahora no fue atendido.
El diario El Deber publicó las declaraciones del viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, que justificó el ofrecimiento de Loza al ministro Navarro y atribuyó ese hecho a la época del Carnaval andino, donde “todo está permitido”.